Esta es mi segunda experiencia de Mujer Naturaleza, ambas a pesar de diferentes, tienen el factor común de la excelencia, cada detalle en términos de equipamiento y profesionalismo, pero por sobre todo empatía, desde tomarse un café de grano en la naturaleza, con bombones artesanales mirando la laguna de Cerro Castillo que nos costó subir pero que significa un premio a nuestro esfuerzo y compañerismo. Luego de descender disfrutamos de un broche de oro con una sesión de Yoga y una exquisita comida donde pudimos compartir detalles de la travesía. Espero volver a ser parte de esta experiencia que nos conecta como mujeres en la naturaleza de manera entretenida y apreciativa.

Para mí fue una gran experiencia, inolvidable! Soy muy entusiasta en ir de caminata a cualquier parque, es una de mis actividades favoritas conectar con el bosque, es cómo dar una inmensa felicidad a mi alma. Subir a Cerro Castillo era uno de mis sueños, hacerlo con mi hija fue un regalo. Y realizarlo con Mujer Naturaleza, con Karen fue un tremendo aprendizaje, porque no sabía el desafío a mi ego, o menos a verme como una niña con susto cuando me enfrenté a la ladera del gran Cerro y tuve miedo de caer, pero gracias a la contención, paciencia y apoyo de Karen pude superarlo y alcanzar a subir a la cima ver la La Laguna y el espectáculo del Cerro Castillo. Ella es una mujer apañadora, además de ser muy entretenida, cordial y ocupada de cada persona y detalle. También fuimos atendidas con snack riquísimos, café de grano en el cerro, y agasajadas con Yoga, cena deliciosa y excelente compañía de todo su equipo. Recomiendo mil veces la experiencia y gracias infinitas.